Juegos Olímpicos de Paris 2024: la ceremonia de apertura, retrato de una Francia diversa

De Luis XIV a los Minions, de los “Miserables” a “Lupin”: la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París-2024, plagada de referencias a la cultura, ha pintado un cuadro de una Francia orgullosa de su diversidad y rica en historia.

Los organizadores dicen haberse inspirado de la ceremonia del Bicentenario de la Revolución francesa del 14 de julio de 1989. Esta tuvo lugar entre el Arco del Triunfo, iluminado de rosa para la ocasión, y la plaza de la Concordia, a dos kilómetros y medio de distancia. La soprano afroamericana Jessye Norman, envuelta en una bandera azul, blanca y roja, entonó entonces la Marsellesa de pie en posición marcial, a los pies del obelisco.

Otros períodos del París revolucionario fueron también evocados durante la ceremonia, en especial el cuadro de Delacroix “La libertad guiando al pueblo”, que acaba de ser restaurado, o “Los Miserables” de Victor Hugo, su obra más conocida.

Una Francia diversa

La artista francófona más escuchada del mundo, Aya Nakamura, de 29 años, cantó acompañada de bailarinas… y de la Guardia Republicana, en un segmento que homenajeó al mestizaje y la mezcla de géneros.

La cantante francomaliense entonó versos de sus dos canciones más conocidas “Pookie” y “Djadja” antes de interpretar “For me Formidable” de Charles Aznavour, una de las voces francesas más conocidas a nivel internacional.

La actuación fue elogiada por el presidente Macron en X con el comentario “en même temps” (a la vez), eslogan utilizado durante su primera campaña presidencial y que hace referencia al acercamiento de las dos Francias, la de la tradición y la del mestizaje.

La actuación de Nakamura irritó sin embargo a una parte de la extrema derecha francesa.

Los soldados tiradores de las tropas coloniales franceses, que tuvieron un papel importante junto al ejército francés en especial durante las dos Guerras Mundiales, también ilustraron la diversidad, al aparecer en el cuadro dedicado a los deportes urbanos.

Una Francia feminista

A la altura del puente Alejandro III, diez estatuas rindieron homenaje a grandes figuras femeninas de la Historia de Francia empezando por Olympe de Gouges, mujer política conocida por haber redactado la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadanía en 1791.

Deportista de alto nivel en el período entre guerras, Alice Milliat organizó en 1922 los primeros Juegos Mundiales Femeninos. Su compromiso permitió una mayor presencia de mujeres en los Juegos Olímpicos.

Con Gisèle Halimi, abogada y política, y Simone Veil, ministra de Sanidad huida de los campos de concentración, se puso en relieve la lucha por los derechos de las mujeres y en especial por el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo o la legalización del aborto. El objetivo de los organizadores es que estas estatuas queden fijas definitivamente en el paisaje de la ciudad.

Una Francia que se exporta

Entre los grandes éxitos audiovisuales franceses de los últimos años, la serie “Lupin” o los Minions tuvieron su aparición en la ceremonia.

El personaje de Arsène Lupin llegó en uno de los primeros cuadros de la noche. El “caballero ladrón” está de moda desde la serie de Netflix en la que es interpretado por Omar Sy.

Por su parte, los personajes amarillos de las películas “Mi villano Favorito” creados por Pierre Coffin aparecieron robando la Gioconda en un submarino, que terminó hundiéndose atravesado por jabalinas. Este fragmento representó el gran momento de la animación francesa.

La adaptación de la obra de Victor Hugo “Los Miserables” como comedia musical es otro de los grandes éxitos culturales de Francia: la obra ha sido traducida a 25 idiomas, ha sido exportada a 38 países, en especial a Broadway, y tuvo una exitosa adaptación cinematográfica en 2012.

Francia y sus grandes dirigentes

Con un toque de humor, las disciplinas urbanas y los deportes modernos como BMX, break-dance o el básquetbol 3X3 fueron utilizadas para recordar a grandes dirigentes de Francia a lo largo de los siglos.

Luis XIV, monarca absoluto que tuvo el reinado más largo que ningún otro rey de Francia (1643-1715), compartió protagonismo sobre una BMX junto a Napoleón o al General Charles de Gaulle, figura emblemática de la Resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial y después presidente entre 1958 y 1969.