Fuertes nevadas asolan territorio de Estados Unidos
LOWVILLE, Nueva York.- Fuertes nevadas y temperaturas gélidas mantenían partes de Estados Unidos en un congelamiento profundo el domingo, mientras el fin de semana largo por el Día de Acción de Gracias llegaba a su fin
A pesar del clima tipo ártico, sin embargo, los motonieves y esquiadores disfrutaban de sus respectivos terrenos invernales, y se espera un partido de la NFL en Búfalo.
En la remota región de Tug Hill en el norte del estado de Nueva York, se acumularon hasta 117 centímetros (46 pulgadas) de nieve en el área de Barnes Corners.
“Ayer estuvimos todo el día paleando”, dijo el domingo Kevin Tyo, un empresario local. ¿Su consejo? “Si no estás acostumbrado, quédate en casa. Si estás fuera, reduce la velocidad”.
En Búfalo, los Bills de la NFL buscaron personas que trabajaran paleando nieve para el estadio durante la temporada, incluyendo antes del juego del domingo por la noche contra los 49ers de San Francisco. El equipo dijo que pagaría 20 dólares la hora y proporcionaría comida y bebidas calientes.
Una tormenta azotó el área el sábado cerca del estadio de los Bills en Orchard Park, Nueva York. La nieve continuaba cayendo cerca del estadio justo horas antes del juego.
Varados en la nieve durante horas
Algunos automovilistas quedaron atrapados durante horas a lo largo de la frontera de Nueva York-Pensilvania. Christine Schintzius, sus hijos y sus sobrinas salieron el viernes de Wales, Nueva York, al sureste de Búfalo, con carreteras despejadas.
La familia planeaba asistir a un torneo de hockey de viaje en Cleveland, pero terminaron atrapados por la nieve durante 19 horas.
“Había filas y filas de autos. Estaba lleno, había montones de gente, montones”, dijo Schintzius por teléfono el domingo.
Mientras estaban atascados en la Ruta 5, Schintzius nunca apagó su coche, por miedo a que no volviera a arrancar en el frío glacial. Dos camioneros se detuvieron para verificar cómo estaban durante la noche. Por la mañana, la policía pasó a ver, junto con un residente local que caminaba por la fila de autos con una canasta de muffins, repartiéndolos y asegurándose de que los conductores varados tuvieran agua.
“Afortunadamente, todos mis hijos, mis sobrinas, todos viajan bien, de manera cómod”, dijo Schintzius, quien había empacado una nevera con embutidos, bocadillos, yogur y fruta. “Y por suerte todavía tenía básicamente un tanque lleno de gasolina”.