Instituto Marista y Fiscalía paran indagación de abuso sexual

La madre de un alumno con discapacidad intelectual y autismo del Instituto Potosino Marista acusó a directivos del colegio de obstaculizar las investigaciones sobre la agresión sexual que sufrió su hijo en septiembre del año pasado, en clase de música y en los baños de la institución. También acusa de inacción a la Fiscalía General del Estado (FGE).
En entrevista exclusiva con este medio, Mónica, madre de la víctima, denuncia que en septiembre de 2024, tras recoger en el colegio Potosino a su hijo del grupo especial al que pertenecía, notó señales de alarma físicas y emocionales en su hijo, que culminaron con el dictamen de abuso sexual de una médica legista, por lo que se interpuso una denuncia por los hechos ante la FGE.
El menor afectado relató detalles consistentes sobre tocamientos inapropiados en la clase de música y una agresión sexual posterior en el baño del colegio, así como la identificación del presunto agresor como un compañero de nuevo ingreso descrito como alto y fuerte.
A pesar de que se notificó a los directivos del colegio sobre la denuncia, la colaboración que prometieron en un inicio ha cambiado radicalmente, ya que se negaron a entregar las grabaciones de las cámaras de videovigilancia completas y únicamente proporcionaron fragmentos editados.
La madre denunciante también reveló que en un inicio, el Instituto Marista se comprometió a realizar una investigación interna y la elaboración de un protocolo, pero en las últimas reuniones los abogados argumentaron que las indagaciones eran exclusivas de la autoridad.
La falta de cooperación llevó a Mónica a buscar apoyo en el arzobispado, lo que generó molestia en el director del Potosino. Según su testimonio, el directivo le recriminó el haber hablado de “cosas que deben quedarse en el colegio”, evidenciando una presunta priorización de la imagen institucional por encima del bienestar de su hijo. “Yo le dije, yo voy a Roma si es necesario, yo necesito que me respondan”.
La frustración con la inacción de la FGE, justificada por “exceso de trabajo”, alimenta la sospecha en la señora Mónica de posibles influencias externas.
Su reclamo es claro: exige que las autoridades hagan su trabajo sin importar el renombre de la institución, todo para poder responderle a su hijo que hizo todo lo necesario para obtener justicia.
“Un día mi hijo me va a preguntar: ¿y tú qué hiciste? y yo tengo que hacer todo lo que pueda para decirle: mi amor, yo hice todo lo necesario para que se hiciera justicia”, enfatizó.